
Churros, un clásico del invierno
A punto de estrenar el invierno, en estos días no nos pueden apetecer más unos churros acompañados de una buena taza de chocolate caliente, la combinación perfecta para combatir el frío y alegrarnos el desayuno o la merienda. Una sencilla receta (con un origen incierto) que cuenta con gran tradición en España. En Eurofrits somos conscientes de ello y contamos en nuestro catálogo con los tradicionales churros lazo, un clásico del invierno.
Elaborados únicamente con masa de harina, sal y agua, sin conservantes ni colorantes, nuestros Churros Lazo congelados cuentan con gran aceptación entre nuestros clientes, tanto en los canales de retail como restauración. Y es que, según los últimos estudios, en España crece cada año el consumo de este producto que, en contra de algunas creencias, son una opción saludable, ya que no contienen casi azúcares y su nivel de grasa es inferior del que se cree.
El incierto origen de los churros.
A ciencia cierta, no se sabe cuál es el origen de esta deliciosa receta. Algunos lo sitúan en España y lo atribuyen a pastores que idearon esta receta como sustituto del pan fresco. Otros lo sitúan a miles de kilómetros, en la China del siglo XII, donde apareció una preparación llamada «youtiao», que no era otra cosa que una masa de pan salada frita. Siglos más tarde, durante los viajes de exploración portugueses, los navegantes descubrieron la receta del youtiao y la trajeron a Europa.
Cuando la receta llegó a Portugal y España, los pobladores decidieron modificar la receta original; sustituyeron la sal por azúcar y le dieron forma de estrella alargada. Esta creación fue nombrada “churro”, debido a que su forma se asemeja a la cornamenta de la oveja churra, una raza autóctona de Castilla y León.
Pero sea cual sea su origen, lo que está claro es que el churro es un clásico del invierno.